La gran mayoría de las personas en el mundo tienen los ojos marrones, mientras que otros pocos poseen tonalidades azules o verdes. El color de ojos es hereditario y, en algunas ocasiones, diferentes en el mismo individuo. Imagina tener un ojo café y otro azul. Eso les ocurre a las personas que sufren de heterocromía, una condición en la cual el iris de cada ojo presenta diferencias de tonalidad. Se puede nacer con esta anomalía o manifestarla en diferentes etapas de la vida.
¿Qué es la heterocromía?
La heterocromía, conocida científicamente como Heterochromia Iridum, es una anomalía el resultado del exceso o falta de coloración en el ojo, debido a una disparidad de melanina en cada iris. Esta condición, puede manifestarse de forma total o parcial.
Cuando cada ojo es de un color completamente diferente al otro, estamos ante la llamada heterocromía completa. En los casos en que parte del iris de cada ojo muestra un exceso o falta de coloración con respecto al mismo, se trata de heterocromía parcial, la que puede mostrarse en forma de cascada o con anillos de otro color dentro del iris.
Qué provoca la Heterocromía
La heterocromía puede manifestarse desde el momento del nacimiento o ser consecuencia de alguna enfermedad o trauma en la niñez o adultez. Si bien la mayoría de las personas que la sufren son sanas, otras veces puede ser señal de enfermedades como el glaucoma.
En la heterocromía congénita, es decir quienes nacen con ojos de diferente color, puede existir un factor genético o estar asociada a enfermedades como la neurofibromatosis. Seis de cada mil bebés nacen con heterocromía. Quienes nacen con heterocromía, pueden tener una visión completamente normal o presentar problemas oftalmológicos unidos a otras falencias como la sordera o atrofias faciales.
La heterocromía adquirida, puede ser resultado de un sangrado en el ojo producido por un golpe; inflamación ocular consecuencia de otras condiciones médicas o problemas inmunes, o una inflamación de la capa media de ojo, conocida como uveítis. En casos de heterocromía adquirida, se debe realizar un completo análisis del ojo y el resto del cuerpo, para dar con la causa y así comenzar el tratamiento adecuado, ya que también puede ser una señal de tumores en el ojo.
Fuente: Ojo Científico